Los ganadores de los premios del público y del jurado de las 4 anteriores ediciones del certamen SABINA POR AQUÍ, nos cuentan cómo fue su experiencia: como supieron del certamen, porqué se animaron a concursar, que impresión les causó su visita a Úbeda y la posterior repercusión que el premio pudiera tener en su carrera.
I JORNADAS. SEPTIEMBRE 2014.
RAFA ALVAREZ.-
Por aquel verano de 2014, yo me había presentado ya a muchos concursos, o al menos a las preselecciones de estos concursos; con resultados desiguales. Así es que había decidido tomarme un tiempo alejado de certámenes: me provocaban unos nervios importantes y, por qué no decirlo, también eran un riesgo para mi ego.
Aunque inicialmente no hice mucho caso a las noticias que iban saliendo del concurso en la prensa. Una buena amiga (de Úbeda, además) me animó a presentarme. Las canciones de Sabina eran un habitual en mis ratitos de canturreo, así que decidí grabar tres: Como un dolor de muelas, Como un explorador y Esta boca es mía. Las tres tenían una letra relativamente corta (para lo que puede ser Sabina) y se movían en géneros que más o menos se me daban bien.
Dada mi cierta aversión a los concursos por entonces, fui a Úbeda sin mucha pretensión. Solo a eso que llaman “disfrutar de la experiencia”. No obstante, pronto noté que aquel concurso era diferente. Se respiraba algo especial entre los concursantes y la organización. Recuerdo que me gustó mucho el proceso de preparar la canción común, “Pero para el sol”.
Entonces, llegó el premio del público, que no me esperaba (aunque eso siempre se dice). Y el botín preciado: grabar en casa de Joaquín Sabina. La grabación se realizó en el verano siguiente y lo recuerdo como unos días muy intensos y especiales. Encerrados en aquel estudio, “añejo” estudio, con el técnico, Juanjo Gordillo y los hermanos Rosito, que venían a mi grabación como yo luego iba a la suya. Yo estaba un poco workalcoholic, por lo que casi que me molestaba incluso para comer. ¡Fueron unos días geniales!
Después de aquello el trabajo continuó y continúa. Cuatro años después sigo firmando convencido aquella maqueta -”Sobre el ruido”-, donde se encuentran sin duda alguna de mis mejores creaciones hasta la fecha. O al menos, canciones que todavía no me he cansado de cantar (y eso es buena señal) y que tengo la sensación de que siguen creciendo concierto a concierto. Con una de ellas, “Vengo”, gané a los pocos meses el primer premio en el concurso nacional de cantautores de Elche.
Por otra parte, y gracias al premio en metálico (del que se habla menos), pude comprarme un equipo de sonido que me ha facilitado muchísimo hacer conciertos, y los que espero que vengan.
MARTÍN ROSITO.-
Cantar para mí era una realidad semivirtual. Desde los 14 lo hacía en mi dormitorio y si me aseguraba que no había mucha gente cerca. En mi cabeza habían cientos de personas escuchándome (aunque generalmente se lo dedicaba a una). Ése 2014 me puse como meta retomar la música, y así desempolvar cuadernos que en mi adolescencia llené de versos y sobretodo tachaduras. De forma increíblemente premonitoria me puse a sacar versiones de Sabina mucho antes de saber del concurso. Lo único que hacía era grabarlas y escucharlas yo sólo. A los pocos meses dejé todo abruptamente, ya que mi novia de aquel momento decidió dejarme de una forma muy sabinera: en la mitad de la plaza más emblemática de mi país (que paradójicamente se llama “Plaza independencia”). Con el corazón destrozado, días después, mientras esperaba el bendito whatsapp, vi una publicación en Facebook de Ciudad Sabina donde se preguntaba «¿Quieres grabar una maqueta en el estudio de Sabina?». No lo entendí mucho, pero más abajo aclaraba que se trataba de un concurso de versiones homenajeando a quien se encargó de consolarme con sus canciones durante años. No lo dudé. Era la excusa perfecta para retomar la meta del año, y para olvidar que ese mensaje de whastapp nunca llegaría. Grabé 5 o 6 versiones en casa con el móvil, pero elegí las que por alguna razón tenían un significado especial para mí. A partir de ahí comenzó la enseñanza más grande que me dejó todo. Tuve la fortuna de ser seleccionado, y entonces caí en la idea de que debía cantar ante muchísima gente. De hacerlo sólo en mi dormitorio pasaba, sin punto intermedio, a cantar para 300 personas, en otro país, y en un concurso. La única forma de llegar a Úbeda entero era centrarme en las canciones, y más aún, en el adolescente de 15 años que cantaba sólo en el dormitorio. Busqué en las letras de las canciones las cosas de mi vida que se relacionaban con ellas. No quería cantar un verso sin encontrarle un sentido personal. Y así fue, que cantar fue algo mágico. No sólo por lo que venía viviendo, sino porque Úbeda me recibió como ningún lugar en el mundo lo había hecho. Viví la experiencia que marcó mi vida. No quería irme de allí. Debía regresar apenas terminado el certamen y me fui 3 días después y llorando como si me fuera de la casa que me vio nacer. Y es que ahí renació el niño soñador que tachaba cuadernos.
Luego mi carrera se disparó de una forma anormal. Tuve la fortuna increíble de conocer a Joaquín en Montevideo, y me invitó a cantar con él. Luego vino la prensa, y todo lo que se asocia generalmente con el éxito. Hoy en día, con más ruta, canciones, conciertos y todo eso, me enfrento muchas veces a la cuestión de las recetas, de cómo hacer mejor una canción, cómo cautivar al público en los conciertos. Siempre llego a lo mismo: no tengo ni puta idea. Pero lo que asegura que todo tenga sentido es que sea algo que te muerda el corazón, que seas tú versión más genuina y que te olvides de lo que está afuera. Porque haciéndolo así no sé si ganarás un premio, pero serás auténtico, y eso es lo único que importa. Esta fue la mayor enseñanza que me dejó la experiencia.
Úbeda cambio mi vida. Las cábalas que tengo hoy en los conciertos son de aquella noche: el mismo pantalón, un chocolate antes de cantar de la misma marca que me trajo Rubén aquel día, y concentrar oliendo el mar de olivos. El colectivo Peor para el Sol pasó a ser mi familia. Tengo 2 carteles de las jornadas de ése año. Uno firmado por Sabina y sus músicos, y otro por los organizadores del concurso, el colectivo Peor para el Sol. Hace poco me mudé y en mi nuevo dormitorio solo entraba uno. Sabrán cual colgué.
II JORNADAS. SEPTIEMBRE 2015.
ONDINA MALDONADO.-
Supe del concurso por mi amada Mara Barros y no dudé en llamar a mi compañero, casi hermano y guitarrista Borja Montenegro, para proponerle lo que acabó siendo una de nuestras mejores experiencias juntos sobre un escenario.
El gran reto de versionar al maestro Sabina nos producía tanto respeto como alegría y pusimos toda la carne en el asador.
Recibir el premio del público de Úbeda me hizo una ilusión inmensa, pero sin duda el mayor regalo fue poder estar allí, cantar en ese escenario tan especial, descubrir una ciudad maravillosa con un equipo entregado que nos cuidó desde el minuto cero, cantar delante de unos atentos Antonio García de Diego, Pancho Varona y Mara Barros, y compartir todo esto con unos compañeros inmejorables.
Sólo me quedé con las ganas de disfrutar del broche final con la grabación y el concierto del siguiente año, pero estaba cantando en la gira del Gusto es Nuestro y no me fue posible ajustar el calendario.
Sólo puedo daros las GRACIAS una vez más por esta experiencia única que llegó en el momento exacto para recordarme, entre muchas otras cosas, por qué nos dedicamos a hacer música.
ESPARATRAPO.-
La primera vez que oímos hablar del Certamen “Sabina por aquí” fue gracias a Begoña, la novia de Roy. No somos muy amigos de concursos, factores equis ni operaciones para triunfar pero ella, que nos conoce bien, insistió en que esto era otra cosa, y tenía razón; lo que leíamos acerca del Certamen y del Colectivo “Peor para el sol” nos pareció una forma amable y honrada de celebrar la música de Joaquín Sabina a quién admiramos desde chicos, así que nos pusimos manos a la obra y revisamos, elegimos y versionamos las canciones, con la ayuda de Vitxa y Javilón grabamos y enviamos los vídeos y poco después llegó la respuesta: ¡Nos habían seleccionado!
Y pa Úbeda que nos fuimos! Jacin, uno de nuestros hermanos mayores nos acompañó en el viaje y nos cuidó muy bien, igual que hicieron Agustín, Juanjo, Natalia… en fin, cada persona que conocimos allí nos hizo sentir cómodos y bien recibidos.
Las horas volaron en esa ciudad hermosa como pocas y llena de inesperados rincones entre pruebas de sonido, sorteos del orden de actuación, el encuentro con la alcaldesa y el mismísimo Joaquín Sabina asomado a la ventanilla de su coche y gritando: ¡Mucha suerte esta noche chavaleh!
Según se acercaba el momento de actuar nos sentíamos más nerviosos, subir al altar/escenario de aquella iglesia ahora desacralizada con ese escudo del Atleti, la presencia de Antonio, Pancho y Mara, el buen nivel de los demás participantes y el silencio de un público tan respetuoso, impresionaba mucho pero, agarradicos a las guitarras y a la ilusión dejamos a la música fluir, habíamos ido a disfrutar nos premiaran o no.
¡Y ocurrió! Nos dieron el premio del jurado! Madremía qué subidón, la alegría campaba a sus anchas por allí. García de Diego y Varona firmaron en la guitarra de Roy, Roy firmó por fin en el cartelón (Agustín, lo conseguiste) y las risas y las canciones llenaron la noche.
Ahora quedaba la otra parte, grabar las canciones en el estudio de casa de Sabina y aunque esa semana no coincidimos con él, Juanjo y su gente nos trataron de maravilla cada día de grabación.
Llegamos a Madrid con partes de las canciones grabadas con nuestros músicos en Shonda Zaragoza; Juan estuvo a los mandos de la mesa e hizo un gran trabajo. Alberto nos acompañó a grabar y le hizo fotos al pez-premio del certamen para la portada y Juanjo se animó a grabar coros en “Madera”. Al final quedó un disco/ep redondo y muy majo que se llamó: “Esparatrapo le canta al flaco”
Al año siguiente volvimos a Úbeda para mostrar cómo había quedado el disco y dar un concierto, fue en un antiguo palacio, un lugar impresionante que de nuevo se llenó de un público maravilloso y dispuesto a disfrutar de cada nota y cada canción.
A día de hoy las experiencias que vivimos en Úbeda y Madrid son de las mejores para nosotros. Formar parte del II Certamen “Sabina por aquí” fue un regalazo. Gracias infinitas a Peor para el sol por tanto como entregan.
III JORNADAS. SEPTIEMBRE 2016.
JUANDAS.-
Me enteré del Certamen de Cantautores Sabina por aquí por una publicación que encontré en una página que cita versos del maestro Joaquín Sabina, inmediatamente empecé a recordar esas canciones de su autoría que tenía en mi repertorio y a gestionar con amigos la grabación casera.
Siempre me sentí muy distante de Sabina por muchas razones como el salto generacional y la distancia que nos separaba en el globo, recuerdo que sobre las cuatro de la mañana hora colombiana me enteré de que me encontraba seleccionado como finalista del certamen y esa ha sido una de las más grandes alegrías que he sentido.
La estadía en Úbeda fue totalmente de ensueño, fue la primera vez que salí de mi país y tuve la fortuna de que me acompañara mi familia de manera que la magia de Andalucía y la calidez del Colectivo “Peor para el sol” hicieron que esta experiencia fuese inolvidable.
Después de ser seleccionado como ganador del público encontré un vínculo muy especial con España, regresé para hacer mi primera gira internacional con dos músicos colombianos, visitamos de nuevo la tierra del maestro Sabina y aterrizamos con nuestra música en otras ciudades como Madrid, Valencia y Zaragoza. La grabación en su estudio ha sido ese momento de mi carrera en el que, por primera vez, para la producción de un disco sentí que era yo en esencia el que sonaba en los parlantes.
Gracias a Sabina por Aquí y el colectivo Peor para el Sol regresé a Colombia con la bandera de la música poesía y eso me abrió las puertas de medios de comunicación, salas de conciertos y me llevo a hacer grandes amigos que ahora hacen parte de mi sueño de contar la vida en canciones.
ALEJANDRO RIVERA.-
Gracias a Sara Ráez que fue quién me descubrió “Sabina por aquí” y me animó a presentar las versiones del Maestro, pude conocer Úbeda y todo lo que se respira en esa ciudad (maravillosa) durante las Jornadas y sobre todo el buen ambiente (cercano y familiar) del Colectivo “Peor para el sol” que desde el minuto 1 me hicieron sentir como en casa. Si encima de todo lo vivido estoy rodeado de mis mejores amigas y tengo la suerte de conseguir el PREMIO DEL JURADO con una de mis canciones favoritas (Peces de ciudad), pues ya entonces jamás olvidaré ese día de septiembre que se queda escondido en algún rincón de mi memoria.
La experiencia al año siguiente de poder grabar en el estudio de Joaquín Sabina fue maravillosa, poder respirar y cantar en su casa se queda para nosotros. Sólo puedo agradecer y hablar maravillas de Úbeda y de todo lo que viví en esos días.
IV JORNADAS. SEPTIEMBRE 2017.
CARLITOS HOJAS Y LOS BETABELES,-
Nos enteramos de la existencia del concurso por cercanía con Úbeda y porque la popularidad del certamen ya se había extendido bastante, así decidimos presentarnos y participar en SABINA POR AQUÍ.
Úbeda es un lugar increíble, destila aprecio por el arte por cada uno de sus lugares. La iglesia de San Lorenzo como enclave es un lugar sencillamente mágico, toda aquella gente mirándonos desde sus asientos, el calor humano del equipo del certamen, nuestros compañeros. Todo fue redondo y no faltó detalle para hacernos sentir como en casa.
Subimos a grabar a Madrid, en el estudio de Sabina el próximo Agosto y estamos muy ilusionados y con muchísimas ganas de plasmar todas las ideas que nos rondan la cabeza. Ha sido muy difícil decidir cuáles son los temas que vamos a grabar y vamos a aprovechar esta oportunidad al máximo. Nos sentimos muy afortunados por la oportunidad que se nos brinda y queremos grabarnos a fuego este momento.
El haber ganado el PREMIO DEL PÚBLICO, mediáticamente fue algo sin precedentes para nosotros. Jamás nos habíamos visto tan presentes en la prensa y despertamos mucho interés en la gente. Probablemente nos ha afectado más a nivel personal, en el sentido, de que nos sirvió para tomarnos más en serio lo que hacemos y para valorar aún más que estamos haciendo lo que más nos gusta del mundo. Hemos trabajado muy duro este tiempo y creo que lo que pasó en Úbeda ha ayudado muchísimo a que nuestra ilusión, no solo no decaiga, sino que crezca.
MADEMOISELLE DELIRIO.-
Nos enteramos del certamen a través de Aurora, mi pareja. Ella como nosotros es una gran fan de Sabina. Me llamó y a los cinco minutos estábamos trabajando en los temas para el concurso.
Yo ya conocía Úbeda. Me saqué el carnet de conducir allí (risas). Me encanta Úbeda y me encanta Jaén (que voy a decir de mi tierra…).
El lugar donde se celebra el Certamen es una maravilla. Es un lugar mágico y las personas que lo organizan nos abrazaron desde que aterrizamos en el hotel.
Aún no hemos grabado en casa de Joaquín. Tenemos todo el material preparado para ir a grabar. Ojalá y quiera cantarse un tema con nosotros. Los estamos preparando con las ganas de llegar y que diga: “Venga me canto una estrofa y un estribillo chavales”.
Después de ganar el premio del jurado fuimos reconocidos como banda en muchos lugares y nos llegaron felicitaciones tanto de España como de América Latina.